Se va un grande de la Música Popular Contemporánea … Clare Fisher

Ha fallecido Clare Fischer, el compositor estadounidense -con sangre europea- de un sinnúmero de obras en géneros distintos, pero en especial de un bolero cha electro armónico, Morning, que publicado a mediados de los sesenta se convirtió en un clásico, y a su vez, en un estándar tanto del jazz como del jazz latino de la costa oeste de los Estados Unidos. Murió en el Centro Médico Providence St. Joseph de Burbank, a pocas semanas de celebrarse la ceremonia de los Premios Grammy, en los que estaba nominado a Mejor Arreglo Instrumental por su álbum Continuum de la Clare Fischer Big Band. De ganarlo habría sido el tercer Grammy junto a Clare Fischer & Salsa Picante Presents 2 +2 (1981) y Freefall (1986).

Fischer “había conocido” las músicas latinoamericanas y caribeñas especializándose en composición musical y teoría en la Universidad Estatal de Michigan, donde compartió aulas, cuartos, audiciones y bailes -desde 1947- con estudiantes provenientes, o con consaguinidad, de Latinoamérica o el Caribe, con quienes -además- de “descubrir” los ritmos cubanos tratados en Nueva York -por las orquestas de Machito y los Titos, Puente y Rodríguez-, se motivó a estudiar el idioma español. Era cuando reinaba el mambo.

Aquella introducción en Michigan a los complejos rítmicos antillanos y latinoamericanos -para un estudiante abierto a escuchar las músicas del mundo- fue más que importante, ya que una vez hecho compositor, arreglista, director o productor, utilizó ese bagaje tanto en el enriquecimiento de su repertorio como del libro de estrellas de la industria musical como Dizzy Gillespie, Michael Jackson, Paul McCartney, Santana, Prince, Toni Braxton, Al Jarreau, Joao Gilberto, Cal Tjader, Poncho Sánchez, entre otros, que recurrieron a su creatividad y sapiencia musicales.

Una trayectoria que comenzó a allanar desde 1958, cuando residenciado en Los Ángeles, el percusionista mexicano Modesto Durán lo vinculó a su agrupación, en pleno proceso de aprendizaje y profundización de los conceptos del jazz latino de Cal Tjader y George Shearing, quienes como Fischer descendían de familias del blanco norte europeo, y con quienes también abordaría los ritmos afrocaribeñas en el oeste que bordaba el cool jazz del Pacífico.

Comenzando los sesenta, Fischer da a conocer sus primeros trabajos discográficos, que gozaron de los mejores comentarios de la crítica y de músicos como Herbie Hancock, más nunca del favoritismo del público al que le importaba una papa (y cruda) el talento armónico del extraordinario músico. Esto sucedía cuando ya en su corazón rondaba Morning, un bolero cha que más que influyente es puro electro sentimiento. Fue una etapa que marco su devenir en la industria del entretenimiento musical por los aportes creativos que mostró en su debut discográfico.

Se ha ido Fischer a los 83 años luego de mostrarles calzadas a seguir a músicos como Ray Barreto, Mongo Santamaría y Chucho Valdés, quienes en sus bandas de jazz latino -como aquel grupo de Barreto que grabó el álbum The Other Road por los tiempos que Mongo exploraba con Mambo Mongo e Irakere se lanzaba al estrellato- convocaban al espíritu del graduado de Michigan.

 

 

 

 

 

 

Musinetwork News,

Musinetwork Inc