El mundo es mi escenario

Siempre nos encontraremos de nuevo con la antigua pregunta que hizo nacer hace veinticinco siglos la reflexión filosófica sobre la libertad. Esta pregunta nacía de la conciencia de nuestra transcendencia. El hombre empezó a pensar en libertad cuando tomó conciencia de que el ejercicio de su acción no significaba simplemente una elección sobre cosas externas. Esta es ciertamente la más inmediata y evidente dimensión de la libertad.

En fin, es un hecho que la libertad humana es uno de los temas de debate más complicados en desarrollar. Como es posible de intuir, la libertad es un concepto abstracto de muy difícil definición, y que además, en el intento por hacerlo, el ser humano se ha encontrado frente a múltiples paradojas.

Es debido a esto, que a modo muy personal, nos hemos refugiado en lo único que a nosotros nos da sentido: la música. Es la forma en la que nosotros definimos la libertad. A través del canto y de la melodía, dejaremos de ser esclavos de nosotros mismos, de nuestra mente cautiva dentro de un mundo de razonamientos e ideas, de preguntas retóricas y de dudas. Aquí somos libres, aquí estamos completos, aquí podemos volar. Con nuestra música rompemos fronteras, hacemos hermanos, logramos encontrar claridad, decidimos, debatimos, exponemos, gritamos y susurramos, que la vida es nuestra, que somos de la vida y que en este contexto somos felicidad. Nosotros tomamos nuestro instrumento con manos firmes y alzamos la voz. Esa es nuestra libertad. Así trascendemos. Ese es nuestro canto, y esa es nuestra voz. El mundo, el mundo es nuestro escenario.

Bienvenidos a esta comunidad, en Musinetwork todos somos libres.

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